martes, 23 de junio de 2015


Pedir ayuda pareciera como muy básico, como que no hay nada que pensar: necesitas ayuda, la pides. A tus amigos, familiares, a tu jefe, a tu equipo... Finalmente ha sido la base del éxito de la raza humana, trabajamos en equipo, división de tareas, la unión hace la fuerza, etc.  Por algo los deportes de equipo son más populares que los individuales. Está en nosotros.

Pero tal parece que hoy, cuando alcanzar a cualquier persona es más fácil que nunca, es cuando menos lo hacemos. Preferimos el GPS que al tipo parado en la esquina o en el auto a un lado de nosotros. Preferimos googlear que pedir la receta a la tía o vecina. Y se pone peor. Cuando tenemos problemas de verdad... Simplemente no pedimos ayuda.

Somos mamíferos de grupo: hoy estamos, y no podemos dejar de estar en Facebook, Twitter, LinkedIn, Instagram, etc.

Para muchos es indispensable mantener al día sus redes sociales, le dan like a todo, etiquetan, reenvían, se inscriben, chatean, actualizan, etc.

Pero no pedimos ayuda. Tal vez solo soy yo, tal vez soy un inadaptado y el único iluso que piensa que después de una solicitud de amistad o de conexión nueva en una red social, vendrá un apretón de manos en la vida real.

Una vez escuché a una mamá decirle a su hija "nunca tendrás demasiadas mejores amigas". Hoy la regla parece ser "Nunca tendrás suficientes amigos en Facebook".

¿Por qué entonces nos cuesta tanto pedir ayuda? Porque tenemos una idea no racionada de que el acudir a alguien pidiendo ayuda o consejo es una especie de declaración de fracaso. Cómo decir "no pude, no se como hacerlo y no me queda otra que preguntar". Como aceptar que solos no podemos. Este orgullo es no sólo inútil sino contraproducente. Nos hunde y nos aleja del consejo o ayuda que alguien nos pudiera ofrecer. Incluso antes de eso nos niega del ejercicio de hablar de lo que enfrentamos. El simple hecho de articular nuestra situación, de ponerla en orden y contexto para explicar a alguien más nos ayuda a entender mejor, a tener una perspectiva fresca. ¿No te ha pasado que después de explicar la situación la respuesta brinca frente a ti? "No déjalo, ya se que tengo que hacer".

Y si no es así, pues alguien ya te escucho y podrá decir o hacer algo por ti. Hoy por ti, mañana por mi. Y a la gente le gusta ayudar, de verdad. Si es alguien cercano a ti tal vez sea porque te aprecie. Si no es alguien cercano te ayudará por gusto, o por status. Difícilmente alguien te dirá algo con la intención de dañarte, así que pide ayuda, final de cuentas, si has leído hasta aquí, probablemente la necesitas.

¡Oh!, y ahora ¿quién podrá ayudarme?

Nadie va a llegar con una capa o cualquier otro disfraz de superhéroe. De hecho, si no pides ayuda NADIE va a llegar. Pero lo del superhéroe es muy interesante. ¿Por qué los superhéroes usan disfraz? ¿Proteger su identidad secreta y renunciar a la fama? ¿Para diferenciar a Batman de Superman? Puede ser, pero si lo analizas, es un modo de certificación. Como el diploma en la pared de un médico o un abogado. "El presente diploma acredita al individuo de la foto que tiene los conocimientos para ayudarte". Si buscas alguien que te cure de una enfermedad tropical o te divorcie... está como más fácil. Pero si quieres encontrar tu pasión, cambiar de empleo, descubrir por qué te ignoran para las promociones o ascensos, como que no es tan obvio.

Pero para estas cosas también hay superhéroes:

1. SuperCoach. El coach personal es una gran opción. A pesar de que está muy de moda y la oferta excede la demanda... Bien hecho, es una gran opción para desarrollar habilidades, para resolver problemas o temas específicos.

2. MentorMan. Mi superhéroe favorito. A diferencia del coach, se enfoca en ti, en tu desarrollo personal. Si encuentras un mentor que sepa hacerlo, que lo haga de manera estructurada y periódica, puede hacer una gran diferencia para ti. Un mentor no es para arreglar un problema en específico, es para encontrar tus áreas de oportunidad y ayudarte a sacar lo mejor de ti, a liberar tu potencial.

3. Amigator. Muy diferente a los dos héroes anteriores, más que un superhéroe es como un espontáneo que te trata de ayudar por que te estima y se lo pediste o de plano sintió que tenía que hacer algo por ti. No es muy estructurado, quizás nada estructurado. Pero tiene dos grandes poderes: te conoce y te aprecia. Y eso, vale mucho.

Estos equivalen a Superman, Batman y el Hombre Araña. Hay más, claro. Pero si pides la ayuda de alguno de estos, seguro te ira mejor y se salvará tu día.

lunes, 30 de marzo de 2015

“¡A mí no me hables así!” Como le puse un hasta aquí a mí mismo.

Imagina que estás en una cafetería tomando tu café y de repente, accidentalmente, lo derramas, y que la persona sentada a tu lado te dice: ¡ah qué torpe eres!

¿Cuál sería tu respuesta?

Imagina que estás en el tráfico y tu acompañante te dice algo así como : "¡que necio de tomar esta ruta! Siempre es lo mismo y te ha de tocar este tráfico".

¿Cómo te sentirías?

Ahora imagina que a un chico le bajan la calificación en el colegio por olvidar una tarea, ¿que pensarías si la mamá le dijera que es un tonto, que siempre es lo mismo?

¿Qué te parecen estas personas? ¿Odiosas, intransigentes, insensibles, mal educadas? ¿Algo peor? La mayoría de nosotros preferiríamos alejarnos de personas así. O tal vez darles un puñetazo en la cara, una patada en la entrepierna y llenarlo de maldiciones.

Ya escucho a las mamás en el caso del niño regañado: "¿qué le pasa a esa mujer? No es manera de hablarle a nadie, ¡menos a un niño pequeño,"

Y tienen razón.

Pero, ¿por qué te permites a ti mismo hablarte así?

¿Que no lo haces? ¿Estás segura? ¿Estás seguro?

La realidad es que todo el tiempo tenemos un diálogo interior y es muy curioso cómo diferentes personas reaccionan a las palabras y, aunque no lo creas, como te hablas a ti mismo tiene efectos muy importantes en tu actitud, en cómo te sientes y como te va.

De repente somos tan cuidadosos de no ofender a la persona que nos escucha. Por ejemplo, algunas personas tienen mucho cuidado de usar un “¿me expliqué?” en lugar de un “¿me entendiste?”, como si el preguntar si nos entendieron insinuara que de no ser así, quien nos escucha fuera tonto. Mientras que el “¿si me explique?” implica que una falla en la comunicación sería culpa nuestra, para NUNCA ofender a la persona con la que hablamos, preferimos insinuar que la falla es nuestra.

Por qué todo el tiempo nos estamos hablando a nosotros mismos. Todos tenemos esa voz interior que nos habla todo el tiempo, a la cual casi no prestamos atención. El diálogo interno existe, y no solo son palabras dando vueltas en nuestra cabeza. Lo que nos decimos tiene el poder de moldear nuestra realidad, nos guste o no. Nos percatemos o no. Y generalmente no nos percatamos.

¿Qué te parecería que cualquier persona le hablara a tu hijo dirigiéndose a él en el mismo tono en el que te hablas a ti mismo en tu voz interna?. Muy probablemente no te gustaría nada. ¿Le hablarías en ese tono a tu jefe, tu esposa o incluso un desconocido?

“Es un decir, no significa nada, en realidad me quiero y me respeto”

Somos más susceptibles a nuestras propias palabras de lo que creemos.

Los deportistas practican mucho la visualización, antes de un partido o competencia se hacen una imagen mental de ellos mismos anotando un gol, cruzando la meta en primer lugar, recibiendo un trofeo, etc. El principio es el mismo, si en tu voz interior dices que eres feo... ¿Cómo crees que te va a ver el mundo?

Como dice la famosa frase de Henry Ford:

"Ya sea que piensas que si puedes, o piensas que no puedes - tienes TODA la razón.

Es sorprendente como es más abierta y común la resistencia a la voz interior positiva que la aceptación de los efectos catastróficos de la negativa. Mucha gente piensa que el hablarse a sí mismo en un tono positivo es:

-Inútil
-Fatuo
-Engreído
-Pretencioso
-Irrealista
-Etc.

La realidad es otra muy distinta. Esto es como la dieta: no puedes comer alimentos sanos y comida chatarra en la misma comida y esperar los beneficios solo de la comida sana.

Mi petición, para ti, es que hagas un esfuerzo consciente de evitar el pensamiento negativo y haz que tu "yo interno" te hable en un tono positivo, alentador, siempre pro.

Muchos pequeños vicios y males parecen tan insignificantes pero que a la larga, poco a poco, tienen efectos devastadores. Si tu no crees que puedes, que eres y que lo mereces ¿quién más lo hará? Ese es tu trabajo y nadie lo va a hacer por ti. Ni tu jefe, ni tus amigos, ni tu pareja, vamos, ¡ni tu madre!

Se han escritos muchos libros, artículos, blogs y frases motivacionales sobre este tema. Existen seminarios, retiros, clases de yoga, rezos y cánticos para ayudarte o guiarte. Puedes hacer muchas cosas. Ya sabes cuál es la mejor ¿verdad? Por supuesto: la que a ti te funcione.

Probablemente pienses "¿qué?, ¿Ya, es todo?, ¿no me va a dar los 10 pasos para transformar el pensamiento negativo en positivo y asegurar el éxito y la felicidad en 15 días o te devuelvo tu dinero?".

¡Obvio no! ¡No me haz pagado nada! ¿Qué te voy a devolver? Pensándolo bien, si quieres pagarme hazlo ;)

Cada quien tiene sus motivos y gustos, y va a lugares diferentes.

Si aun así insistes, te dejo esta pieza de desarrollo personal apoyada en los últimos estudios en el campo de la psicología y del entendimiento del cerebro humano: http://youtu.be/4uJA3P99tKovideo

Procrastinación, onomatopeyas y otras palabrotas.

Procrastinar: hacerse tonto a si mismo dejando para mañana lo que es para este momento (o tal vez para ayer).
Onomatopeya. (Del lat. tardío onomatopoeia, y este del gr. ὀνοματοποιΐα) Nombre correcto a los letreritos de la serie de Batman de los 60s (¡Zaz!, ¡Pum!, ¡Slam!, etc.).
                                                                                
Mañana: lugar inexistente, creado en la imaginación del hombre, el cual no llega nunca. Mito urbano que la ciencia no ha podido demostrar.
Hace algunos años, durante una reunión global, un ejecutivo no Latino explicó los retos del mercado Latinoamericano. Este "simpático" personaje explicaba que hacer negocios en Latinoamérica tenía muchos retos como la corrupción (tristemente ¿qué le puedes decir?), la situación económica y el síndrome del "mañana". Cuando escuché eso me hirvió la sangre. El "simpático" hizo una pausa para dar espacio a su público para reír. Afortunadamente eso no pasó, así que este sujeto explicó que la informalidad era algo muy arraigado en los latinos, aún en ambientes de negocio.
¡ZAZ!
¡OUCH!
¡ZOC!
Primero pensé "¡lo peor es que tiene razón!" Pero después reflexioné: ¡No, no tiene razón! Es una condición humana. Ciertamente los latinos en general podemos tener una actitud más desenfadada al respecto, y puede ser muy exasperante, pero finalmente es condición humana. Personalmente pienso que estamos hablando de procrastinación.
¿Qué pasa si buscas Procrastinar en Google?
¡SWIIISH!
  • Si buscas en Google la palabra Procrastinar encontrarás aproximadamente 227,000 resultados.
  • Si buscas en ingles Procrastination, te aparecerán 14,400,000 resultados.
  • En Amazon encontrarás 4,932 libros en inglés sobre el tema.
Ya sea que pienses en el tipo con el sombrero bajo el cactus, o en un best seller de como vencer a la procrastinación, el hecho de no dejar las cosas para después es un problema común pero muy complejo.
Para empezar la procrastinación está mal conceptualizada. Los latinos podemos tener aspectos culturales en derredor de la procrastinación pero ciertamente no es exclusiva de nosotros. Normalmente pensamos en ella como un vicio de conducta y actitud. Como un aspecto negativo de nuestra personalidad.
¡Gulp!
¿Será así?
Ciertamente no es algo agradable ni que nos ayude. Pero es bueno entender su real naturaleza. Personalmente pienso que la procrastinación es una especie de mecanismo de defensa. ¿De defensa? Si. Es una forma inconsciente de proteger nuestra imagen, básicamente ante nosotros mismos.
La procrastinación es una excusa, al no iniciar alguna actividad tenemos la excusa perfecta que libera culpas. "No he tenido tiempo, aún no empiezo" y entonces lo mandamos al mañana. Ese día que no tiene fecha en el calendario, que NUNCA llega, pero de repente, cuando te percatas, ya PASO, nunca lo tuvimos.
¡SPLASH! (Agua helada)
"¡Santas procrastinaciones Batman! Y ahora ¿qué haremos?”
Soy fan de Batman, pero no conozco ningún arma ni en la Bati-cueva ni en el Batimovil, ni en su Bati-cinturón que pueda acabar con el síndrome del mañana en un ¡OOOOSH!
Si te regresas unos renglones veras que el material, los tips, métodos y cuanta cosa se te ocurra, está disponible para entender y tratar de vencer la procrastinación. En Google (fácil) y encontraras muchas cosas gratis.
¿Dónde empezar? Si ya has leído mi blog antes adivinaras la respuesta: en tu yo interno. En tus motivaciones, tu plan de vida y, sobre todo estando consciente de ti mismo.
Después busca en Google lo que a ti te sirva más.
Existen muchos tips. Por ejemplo las listas de cosas por hacer, las pones en tu agenda, le asignas un día específico... ya tienes la idea ¿verdad?
El problema es que si una actividad no te gusta y no es parte de un plan que te va a llevar a donde quieres ir, es muy fácil la dejes para después.
Si estás cierto y consciente de a donde vas y porque necesitas hacer algo en específico, no sólo no postergarás las cosas, al contrario, deberías de saltar hacia ellas, atacarlas, terminarlas. Y hacerlo hoy, sin dilación. Si lo que haces obedece a lo que te apasiona, estará en ti.Será parte de ti. Como un gen que te da instrucciones para hacer algo en específico. Estará en ti como el chocolate en tus caderas.
Es verdad que el manejo de tiempo influye. Nuestra vida moderna y nuestra afición por el multi-tasking hacen muy difícil estar al día con listas de pendientes más largas que la cuaresma. A mí me sirve mucho la regla de los 2 minutos: si lo que tengo frente a mí me lleva 2 minutos o menos hacerlo, lo hago de inmediato. Si no es asi, si me lleva más tiempo entonces lo pongo en mi agenda. Listo. Tiene su lugar y no es un mañana sin fecha ni hora.
Espero esto te invite a reflexionar. Si así es, me daría mucho gusto saberlo. Si no...
¡ZAZ!


martes, 23 de diciembre de 2014

Zombis, Navidad y propósitos de año nuevo.

Hay dos tipos de fans de películas de Zombis, sin meterme a detalles exclusivos de los grandes conocedores te diré: están los que les gustan los zombis, disfrazarse, la sangre y demás aderezos. Pero por otro lado están los que son atraídos por la idea de un Apocalipsis Zombi que acabe con todas las estructuras, que acabe con las rutinas y obligaciones. Lo que mucha gente no ve, es que detrás de los muertos vivientes arrastrándose en busca de sesos, está una promesa de un nuevo mañana. Como decimos en Mexico “borrón y cuenta nueva”. Ese es el principal atractivo para muchos seguidores de historias de Zombis, eso y la idea de toparse con su jefe Zombi para poder volarle la cabeza sin represalias.

Pasa algo similar con el fin de año. El nuevo año es una promesa o una oportunidad de un “nuevo comienzo”.

Si te pones a pensar el año nuevo es simplemente una fecha conveniente. Nada más. No hay más magia de la que le queramos dar. Muchos estamos de vacaciones, filosofamos, reflexionamos. Y claro, nos entran los remordimientos: comemos en exceso PERO tenemos el propósito que en enero empieza la dieta. Y así el fin de año termina siendo una excusa. Todos hemos escuchado las historias de gente comprando ropa deportiva, aparatos para hacer ejercicio en casa o aquellos que se inscriben a un deportivo o gimnasio. Hasta el personal del gimnasio te dice “así es en enero, el próximo mes la mayoría de la gente deja de venir”.

Lo peor es Diciembre. Se estima que la gente come hasta 30% más de lo habitual en estas fechas. Y de beber ni hablamos. Así inicia el círculo vicioso de los propósitos de año nuevo:

1.       Excesos en Diciembre
2.       Remordimientos hacia fines de mes
3.       SUPER motivación para el nuevo año
4.       Nuevos propósitos
5.       Inicio con todo el entusiasmo en enero… después de Reyes está bien.
6.       El entusiasmo disminuye entre Febrero y Marzo
7.       Nos arrastramos de Abril a Noviembre
8.       ¡En Diciembre… ya viene año nuevo!

Parece un buen ejemplo de círculo vicioso. Y que se debe de hacer con los círculos viciosos? Primero romperlos y después, idealmente, convertirlos en círculos virtuosos.

Pero es TAN tentadora la idea de hacer propósitos de año nuevo! Hacer propósitos de año nuevo no está necesariamente mal. Si al hacerlos los metes al mismo círculo vicioso de cada año, ahí como que sí parece que habrá un problema. ¿Cuál es la diferencia este año? ¡Ah, ya sé!,  ¡Este año SI le vas a echar ganas!, ¡Ahora si te vamos a conocer!

¿Y que el año pasado no fue igual?, ¿Y el anterior?,  ¿Y el anterior?
De repente al ver hacia atrás como nos aferramos a esos círculos viciosos, ¿no te sientes como Zombi?

La definición de locura es hacer lo mismo una y otra vez, esperando resultados diferentes.
-Albert Einstein

Evidentemente algo tiene que cambiar. Tú lo debes de cambiar porque, al menos yo, desde que se equivocaron los mayas en sus predicciones, prefiero hacerme cargo yo a esperar a que se alineen los astros para mí.

Como ferviente creyente del pensamiento holístico (el todo es siempre más que la suma de sus partes), creo que hacer propósitos es algo más que una lista de buenas intenciones. Una lista de deseos es tan estéril en año nuevo como en cualquier otra época si no lo hacemos de manera integral. Conste que dije INTEGRAL, nunca dije que sea la única manera o la única correcta.
La diferencia es como cuando haces la lista del supermercado versus seguir una receta de cocina. La lista del supermercado incluye de todo, desde lo que vas a necesitar de seguro y sabes en que las vas a usar. Pero también llevas cosas “por lo que se ofrezca”. A diferencia de una receta que te dice exactamente que necesitas, las cantidades y como las vas a emplear.

Considera esto como una lista del supermercado. Algunas cosas son como indispensables, otras, ya tú sabrás como y cuando utilizarlas. Pero es como en la lista, el tenerlas anotadas te ayuda a no olvidar y hasta te puede dar ideas:

1.       Una visión clara, es decir, sabes a dónde vas, sino, ya sabes seguro llegas a algún lugar y puede que no te guste.
2.       Objetivos. No demasiados, ni demasiado pretenciosos ni demasiado fáciles. Como cuando compras fruta, que te alcance pero que no se te vaya a echar a perder. Recuerda planear para cada faceta de tu vida así será más integral y te ira mejor.
3.       Paciencia, ingrediente interesante, recuerda no es lo mismo hornear a 150 grados por una hora que hornear a 300 grados por 30 minutos.
4.       Pasión. Tu plan de vida te debe de encantar, no dejes que te llegue la envidia al escuchar lo que otra persona está haciendo.
5.       Perseverancia, puedes pedirla en paquetes de 10,000 horas, nunca están demás.
6.       Preguntas, muchas, muchas preguntas. Recuerda de preguntarte a ti mismo, piensa en el futuro, en la consecuencia de tus actos, de tus decisiones y de lo rechazas o dejas de hacer.
7.       Fuerza de Voluntad y hábitos. Vieras lo útiles que son, es como tener una botella de vino en casa, si llegan visitas resulta útil, y si estas solo…también.



Así que este fin de año, cuídate del espíritu decembrino. Mejor dicho, para no sonar tan Grinch, cuidado del círculo vicioso de los propósitos de año nuevo. De repente son peores que los zombis.

martes, 2 de diciembre de 2014

Ponerse en los zapatos de los demás… ¡no, a mí no me gusta ir al boliche!

A mucha gente no le gusta ponerse en los zapatos de otros. O no les interesa. En el boliche, si uno sobrevive la experiencia de ponerse unos zapatos aun calientes, que no sabemos quién uso antes que nosotros, si libramos ese trance, el boliche es muy divertido. Y si te huelen los pies, al menos ese día tendrás un pretexto.

“Antes de criticar a alguien deberías de caminar una milla en sus zapatos. Así cuando lo critiques estarás a una milla de distancia de él…  y tendrás sus zapatos”

Pero si de lo que hablamos no es de boliche o de robar zapatos, entonces estamos hablando de empatía.
La empatía es una de esas cosas como donar dinero a una causa o como hablarle a tu madre: TODOS decimos que es importante, que todos debemos de hacerlo, que no hay razón por la cual no hacerlo… etc. 

Pero a la hora de la verdad, NADIE las hace. Normalmente el frapuccino light deslactosado llega justo antes del voluntario de la Cruz Roja; y el último programa de la noche no sé por qué siempre termina demasiado tarde como para llamarle a tu madre.

Queriendo o sin querer normalmente nunca consideramos la perspectiva de la persona de enfrente. Y cuando lo llegamos a hacer, normalmente es como en el chiste del egocéntrico: “pero ya no hablemos de mí, mejor Tú dime que piensas de mi”. Solemos preocuparnos mucho de lo que otros piensen de nosotros pero rara vez nos ponemos en los zapatos de la persona frente a nosotros.

Tengo el honor de liderar un equipo de ventas y es muy evidente que la gente más exitosa es aquella que hace preguntas encaminadas a descubrir con quien están tratando de hacer negocios. Y aplica en todo, no solo en ventas. En relaciones dentro de la empresa, con la pareja, con los hijos. Simplemente no nos ponemos en el lugar de la persona frente a nosotros.

Lo que para ti es entretenimiento para otro es pérdida de tiempo. Lo que para ti es fácil, para otro es muy difícil. Si esperas resultados en base a lo que una acción específica representa solo para ti, puedes llevarte una sorpresa muy desagradable.

La persona frente a mí.

Ese que necesito se calle para poder hablar, que tiene que darme una firma, darme un servicio, cuide a mis hijos o me de descuento de Jueves hoy que es viernes. ¿Qué tan difícil puede ser un esfuerzo extra, romper una regla, cambiar algo o dejar de hacer algo para que yo logre lo que quiero? Que gente tan inconsciente, ¿verdad? Todos somos yo. Todos los demás son él o ella. Y si solo importa lo que yo quiero, él o ella no lo van a ver así. Ya dije que aquí no hay ni reglas mágicas ni verdades absolutas. Pero aquí unos tips para que consideremos la perspectiva de el YO que vive dentro de él o ella y lograr que tu logres lo que tu YO quiere. ¿Quedo claro? A ver explícamelo.


1.       ¿Quién es la persona que está frente a mí?
Considera con quien hablas. Una vez me atendió un cajero en USA que trabajaba ahí para ayudarse en lo que terminaba sus estudios en Antropología. ¿Qué sabes tú de la persona con la cual estas negociando, conquistando o evitando? No sabes las sorpresas que te llevarás.

2.       ¿Qué espera de esto la persona frente a mí?
No asumas nada. Probablemente pienses “obvio lo que quiere es que le de mi discurso y me vaya de aquí” ¿Estás seguro? Tal vez tu proyecto es una gran oportunidad o algo interesantísimo para quien te escucha. O todo lo contrario, pero solo preguntando lo sabrás.

3.       ¿Que implica lo que yo quiero para la persona frente a mí?
Si deseas obtener algo de alguien, ese alguien tendrá que hacer algo por ti. O dejar de hacer algo. Dedicarte tiempo. Hacer algún tipo de esfuerzo tal vez. O elegirte en lugar de otras personas. Aun en ambientes de negocio la persona con la que interactúas necesitara actuar a nombre de la empresa. Nada se da o se obtiene gratis. Esto es cierto para ti y para los demás. Desde el barman que te atiende hasta la maestra de tu hijo. Tu cliente y tu proveedor.

4.       Si logro lo que yo quiero, ¿que obtendrá esta persona?
Es fácil pensar que si tu obtienes lo que necesitas a todo el mundo le ira bien. Obvio, eres el centro del universo ¿no? Un genio por ser descubierto y próximo ídolo de las multitudes. 

Ok, si obtienes lo que buscas…

Tú cubres tu cuota
Tú cobras to comisión
Tú mejoras tu reputación
Tú obtienes esa pieza de información que necesitabas

¿Y la persona frente a ti?

¿Cubre una necesidad?
¿Fue escuchado?
¿Ganará algo? ¿Perderá algo?
¿Su trabajo mejorara o será exactamente igual?



La persona más importante del mundo justo en este momento.

¿Quiénes son las personas que mejor escuchan? Irónicamente aquellas que están pensando en sí mismas, es decir aquellas que saben que al poner atención en su interlocutor están obteniendo información valiosa que les permitirá: 1.- Saber quién es  2.- Que espera de todo esto, 3.- Que implica esto para él o ella y, 4.- Que obtendrá él o ella si tú logras tu objetivo. Y con esto tienen mejor probabilidad de lograr sus objetivos.


Una técnica muy sencilla para escuchar bien a la persona frente a ti es que cuando estas escuchando a alguien te digas a ti mismo “esta es la persona MAS IMPORTANTE del mundo para mí en este momento”. Esto no lo invente yo, lo escuche de alguien más. Cuando lo escuche la primera vez pensé “Cursi, Ñoño” pero ¿qué crees? Funciona muy bien. Es un asunto de conciencia, pensar y estar consciente que quieres lograr lo mejor de esa conversación. Durante y al final de la misma hay un agradable sentimiento de demostrar respeto e interés con quien te está dedicando su tiempo. Y te pones en sus zapatos (por favor no te los robes) y te haces esas 4 preguntas. Y piensas “esta es la persona MAS IMPORTANTE del mundo para mí en este momento”. Veras que al final será más fácil que tú logres lo que tú quieres.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Breve historia de un ente urbano que no sabía si era activista, deportista, emprendedora o Mamá de una de las niñas de 3ro. “B”.


Hace unos días un amigo me reclamó que en mi blog inicial puse el Plan de Vida como lo primero de mi lista de tópicos a tratar en Garage Coaching. No me quedó claro si el reclamo fue por un rechazo a mi falta de orden o por una urgencia personal por tener su plan de vida. Como sea, ANTES de hacer un plan de vida debemos de tener en claro algunas cosas. Nada complicado, solo algo así como qué pretendemos en la vida y nimiedades así.


“Elmer J. Fudd, millonario, dueño de una mansión y de un yate” 
       
¿Y tú quién eres? Si hoy conoces a una persona nueva ¿Cómo te presentas a ti mismo? Para aquellos que tenemos hijos en edad escolar es muy curioso ver cómo perdemos nuestra identidad dentro del medio de los colegios y de los padres de familia. Ya no eres Gaby. Eres la mami de MariJo. Ya no eres Luis. Eres el papá de Luisito Vega de 2do. B.

¿Y tú quién eres?

·         ¿Eres la Directora de Finanzas para la región dentro de tu empresa? - ¿Y si mañana te corren, ya no eres nadie? ¿Si cambias de empresa, cambias tú?
·         ¿Te acaban de promover de gerente a director de área? ¿significa que ahora eres mejor persona?
·         ¿Eres dueño de un restaurante Argentino de cortes finos de carne? ¿Y en cuaresma que pasa contigo?

Definitivamente nuestras posesiones materiales no nos deben definir. Tampoco los cargos o títulos.
Como entes urbanos, modernos, tecnológicos, dueños de tablets y smartphones, día a día jugamos varios roles. Por supuesto, ¡no podemos ser solo una cosa en esta vida moderna¡, salvo las obligadas excepciones de la regla: esas personas que hagan lo que hagan solo pueden ser unos perfectos */%#”s.
Pero dejando esta fauna a un lado, volvamos a ti. Si, eres directora de finanzas, mamá de Regina, alumna de yoga, chef amateur y corres medios maratones. Eres todo eso. No eres solo lo que tu título dice, ni solo como te conocen en alguno de los círculos que frecuentas. Eres todo eso al mismo tiempo y más.

“Para servir a Dios, a la Patria y a Usted”.

Si somos tan celosos y orgullosos de todos esos roles, ¿Por qué cuando hacemos planes de vida, solo lo hacemos pensando en uno de ellos? ¿Por qué solo pensamos en el plan de carrera y después todo, en el día a día lo sobrellevamos alrededor de nuestra actividad profesional?

Si tu plan de vida es trabajar muy duro 10 horas diarias para llegar a director y ganarte el derecho de trabajar más duro 12 horas diarias, seguro que en el colegio de tu hijo te lo van a reconocer: “El papá de Lalito nunca viene a ninguna actividad de su hijo”; el espejo te recordará que tu rol de deportista no está realmente incluido en tu plan de vida y tu labor de activista estará limitada a seguir la cuenta de Twitter de tu ONG favorita en tu súper Smartphone.

Porque la verdad, lo que se dice la verdad… todos planeamos la vida en función del trabajo y asumimos que todo lo demás se verá beneficiado en consecuencia.

Entonces, hagamos planes que incluyan todas nuestras facetas. Si no, luego no nos quejemos que no tenemos tiempo o no hemos logrado alguno de nuestros sueños. El ejercicio puede ser sorprendentemente sencillo. Intenso, iluminador, inspirador, pero sencillo si lo hacemos con la diligencia con la que hacemos las cosas del trabajo. Cuando planeamos un proyecto queremos tener todas las bases cubiertas. Si hacemos lo mismo en nuestro plan de vida, veremos que es muy similar: varios aspectos interrelacionados, interdependientes y que debemos de balancear como malabaristas.
Primero vamos a definir las áreas que queremos estén incluidas y balanceadas en nuestro plan de vida. Algunos ejemplos muy comunes son:

Profesional – fácil, obvio ¿no?
Familiar – obvio… ¿lo es?
De pareja – “en lo próspero y en lo adverso”… yo prefiero en lo próspero
Actividad Física – es como un clásico que no pasa de moda
Pasatiempos - ¡por favor, por favor, dime que NO estás pensando en ver Realities por TV¡¡

¿Por qué el cine se ve mejor en el cine?

Por qué te saca de tu realidad para contarte una historia increíble.  !Pues tu plan de vida debe de ser una historia increíble¡  Resulta que a eso que tenemos debajo de la gorra, gel, canas, tinte o calvas y que nos ayuda a recordar la contraseña del smartphone, nuestro cerebro, le encantan las historias. De hecho hay estudios que demuestran que aprendemos mucho mejor de las historias que de datos fríos y duros. Cuando el cerebro analiza datos, solo una parte del cerebro se activa para decodificar los datos. Pero cuando escuchamos una historia se activan partes del cerebro que se activarían como si lo que escuchamos lo estuviéramos realmente experimentando.

¿Qué tiene esto que ver con un plan de vida? Bueno, en mi opinión, es la historia de TÚ vida. Y no te debe solo satisfacer !te debe encantar¡

Como el libreto de una buena película, o como una novela, tu plan de vida no lo vas a escribir de una sola vez. Primero lo piensa. Luego borras. Luego le cambias. Luego de agregas. Luego le quitas, le pones le editas, etc.
Imagina que estas ayudando a un amigo con su plan de vida: “terminas tus estudios y vas a tener un buen empleo, o pones tu negocio y no tendrás jefe, serás dueño de tu horario, podrás ir a donde quieras…” Si al plan de un amigo, le pones sabor y emoción, el tuyo no debería de ser menos.

Haz de tu plan de vida algo divertido, inspirador, que te llene de vida.

Allá afuera hay mucha literatura sobre el tema. Puedes hacer como yo: adaptas la tuya (eso ha hecho Disney muchas veces, ¿no? Adaptar historias). En otra ocasión te comparto mi “Ultimate Template for Personal Goal Setting” Y si no, cuéntame tu del tuyo, si lo haces como una gran historia, estoy seguro será fascinante escucharla.