Hay dos tipos de fans de películas de Zombis, sin meterme a
detalles exclusivos de los grandes conocedores te diré: están los que les
gustan los zombis, disfrazarse, la sangre y demás aderezos. Pero por otro lado están
los que son atraídos por la idea de un Apocalipsis Zombi que acabe con todas
las estructuras, que acabe con las rutinas y obligaciones. Lo que mucha gente
no ve, es que detrás de los muertos vivientes arrastrándose en busca de sesos, está
una promesa de un nuevo mañana. Como decimos en Mexico “borrón y cuenta nueva”.
Ese es el principal atractivo para muchos seguidores de historias de Zombis,
eso y la idea de toparse con su jefe Zombi para poder volarle la cabeza sin
represalias.
Pasa algo similar con el fin de año. El nuevo año es una
promesa o una oportunidad de un “nuevo comienzo”.
Si te pones a pensar el año nuevo es simplemente una fecha
conveniente. Nada más. No hay más magia de la que le queramos dar. Muchos
estamos de vacaciones, filosofamos, reflexionamos. Y claro, nos entran los
remordimientos: comemos en exceso PERO tenemos el propósito que en enero
empieza la dieta. Y así el fin de año termina siendo una excusa. Todos hemos
escuchado las historias de gente comprando ropa deportiva, aparatos para hacer
ejercicio en casa o aquellos que se inscriben a un deportivo o gimnasio. Hasta
el personal del gimnasio te dice “así es en enero, el próximo mes la mayoría de
la gente deja de venir”.
Lo peor es Diciembre. Se estima que la gente come hasta 30%
más de lo habitual en estas fechas. Y de beber ni hablamos. Así inicia el
círculo vicioso de los propósitos de año nuevo:
1.
Excesos en Diciembre
2.
Remordimientos hacia fines de mes
3.
SUPER motivación para el nuevo año
4.
Nuevos propósitos
5.
Inicio con todo el entusiasmo en enero… después
de Reyes está bien.
6.
El entusiasmo disminuye entre Febrero y Marzo
7.
Nos arrastramos de Abril a Noviembre
8.
¡En Diciembre… ya viene año nuevo!
Parece un buen ejemplo de círculo vicioso. Y que se debe de
hacer con los círculos viciosos? Primero romperlos y después, idealmente,
convertirlos en círculos virtuosos.
Pero es TAN tentadora la idea de hacer propósitos de año
nuevo! Hacer propósitos de año nuevo no está necesariamente mal. Si al hacerlos
los metes al mismo círculo vicioso de cada año, ahí como que sí parece que
habrá un problema. ¿Cuál es la diferencia este año? ¡Ah, ya sé!, ¡Este año SI
le vas a echar ganas!, ¡Ahora si te vamos a conocer!
¿Y que el año pasado no fue igual?, ¿Y el anterior?, ¿Y el anterior?
De repente al ver hacia atrás como nos aferramos a esos
círculos viciosos, ¿no te sientes como Zombi?
La definición de locura es hacer lo mismo una y otra vez, esperando
resultados diferentes.
-Albert Einstein
Evidentemente algo tiene que cambiar. Tú lo debes de cambiar
porque, al menos yo, desde que se equivocaron los mayas en sus predicciones,
prefiero hacerme cargo yo a esperar a que se alineen los astros para mí.
Como ferviente creyente del pensamiento holístico (el todo
es siempre más que la suma de sus partes), creo que hacer propósitos es algo
más que una lista de buenas intenciones. Una lista de deseos es tan estéril en
año nuevo como en cualquier otra época si no lo hacemos de manera integral.
Conste que dije INTEGRAL, nunca dije que sea la única manera o la única
correcta.
La diferencia es como cuando haces la lista del supermercado
versus seguir una receta de cocina. La lista del supermercado incluye de todo,
desde lo que vas a necesitar de seguro y sabes en que las vas a usar. Pero
también llevas cosas “por lo que se ofrezca”. A diferencia de una receta que te
dice exactamente que necesitas, las cantidades y como las vas a emplear.
Considera esto como una lista del supermercado. Algunas
cosas son como indispensables, otras, ya tú sabrás como y cuando utilizarlas.
Pero es como en la lista, el tenerlas anotadas te ayuda a no olvidar y hasta te
puede dar ideas:
1.
Una visión
clara, es decir, sabes a dónde vas, sino, ya sabes seguro llegas a algún lugar
y puede que no te guste.
2.
Objetivos.
No demasiados, ni demasiado pretenciosos ni demasiado fáciles. Como cuando
compras fruta, que te alcance pero que no se te vaya a echar a perder. Recuerda
planear para cada faceta de tu vida así será más integral y te ira mejor.
3.
Paciencia,
ingrediente interesante, recuerda no es lo mismo hornear a 150 grados por una
hora que hornear a 300 grados por 30 minutos.
4.
Pasión.
Tu plan de vida te debe de encantar, no dejes que te llegue la envidia al
escuchar lo que otra persona está haciendo.
5.
Perseverancia,
puedes pedirla en paquetes de 10,000 horas, nunca están demás.
6.
Preguntas,
muchas, muchas preguntas. Recuerda de preguntarte a ti mismo, piensa en el futuro,
en la consecuencia de tus actos, de tus decisiones y de lo rechazas o dejas de
hacer.
7.
Fuerza de
Voluntad y hábitos. Vieras lo útiles que son, es como tener una botella de
vino en casa, si llegan visitas resulta útil, y si estas solo…también.
Así que este fin de año, cuídate del espíritu decembrino.
Mejor dicho, para no sonar tan Grinch,
cuidado del círculo vicioso de los propósitos de año nuevo. De repente son
peores que los zombis.